domingo, 25 de junio de 2017

PASATIEMPOS, por Francisco Ibáñez (IV)



Décima y última entrega dedicada a los pasatiempos. Ibáñez, autor que no necesita presentaciones y del que ya os he mostrado anteriormente 3 páginas dentro de esta misma sección, es el encargado de poner punto y final a este especial que nos ha acompañado a lo largo de 10 semanas.

Desmenuzando el contenido de esta página, contemplemos que, de nuevo, es un laberinto el encargado de hacernos sufrir un poco. Una araña, con cara de pocos amigos y una mandíbula que ya le hubiera gustado a más de uno, pondrá todo el empeño en cruzar aquellos enredados pasillos hasta conseguir atrapar a su presa, un inocente insecto (¿el mosquito Pérez?*) consciente de lo que está por venir. Sigamos con el ya tradicional juego de ir uniendo puntitos hasta conseguir completar el dibujo escondido en la imagen. Y tras éste, otro de los habituales, el de rellenar los espacios marcados para descubrir contra quién dispara ese concentrado cazador. Continuemos con otro desafío, el de localizar dos objetos iguales, corbatas, en este caso. Y le precede otro clásico, el crucigrama.

Sigamos subiendo peldaños hasta toparnos de narices con unas cuantas letras, supuestamente desordenadas, con las que debemos formar el nombre de un reconocido artista de cine. Sin abandonar la asignatura de lengua, en el siguiente juego debemos coger las iniciales de cada dibujo para formar otro nombre, esta vez, el de un peligroso animal (¿vemos aquí al protagonista principal de Haciendo el indio?*). Y por último, como gratificación a tanta explotación neuronal, Ibáñez nos regala otra clase de dibujo. Si la vez anterior nos enseñaba cómo diseñar a un pingüino, ahora nos pone en bandeja los secretos para que consigamos trazar, sin mayor dificultad, a un fiero león que poco aspecto tiene de mando para ser el rey de la selva (¿Melenas?*).

Fin.




*Recordemos que El mosquito Pérez, Haciendo el indio y Melenas fueron tres de las numerosas series creadas por Ibáñez para Editorial Marco, repartidas entre las revistas “Hipo, Monito y Fifí” y “La Risa”.

domingo, 18 de junio de 2017

PASATIEMPOS, por J. Ripoll (II)



Vayamos a por la novena entrega de estos pasatiempos que tanto nos gustan. Aquí no hay mucho que comentar, pues es un único juego al que debemos enfrentarnos y, para todo el que haya ido siguiendo con cierta regularidad la publicación de las entradas anteriores, de sobra conocerá cuáles son las bases para resolverlo de forma satisfactoria. Para el que no lo sepa, daré una breve explicación. La mecánica es bien sencilla, basta con agarrar el primer lápiz que tengamos a mano y rellenar los espacios que figuran marcados con un puntito.

La complejidad de este pasatiempo no la hallamos a la hora de descifrarlo, sino cuando tratamos de identificar a su autor. Carece de dibujos (sólo un entramado de líneas), por lo tanto, resulta imposible estudiar su estilo para descubrir de quién puede tratarse. La única pista que nos puede conducir para lograr alcanzar nuestro objetivo la hallamos en el texto que figura justo debajo. Comparando la caligrafía con la plasmada en otras páginas originales de diversos autores, y sospechando que este dibujo pudo ser publicado en la revista “La Risa”, en la década de los cincuenta, al fin pude resolver el misterio identificando que detrás de este juego se esconde la mano y el talento de José Ripoll. No es una afirmación que pueda dar por sentada, pero sí que le doy bastante fiabilidad. 



domingo, 11 de junio de 2017

PASATIEMPOS, por Francisco Ibáñez (III)



Semana a semana vamos agotando los recursos y alcanzando el final de este especial dedicado a las páginas originales de pasatiempos que forman parte de mi preciada colección. Mientras llega ese momento, disfrutemos de un nuevo trabajo cosechado por Ibáñez que guarda bastantes similitudes con el mostrado hace 7 días. Tras la explicación siguiente entenderán el por qué de mis palabras.

Para abrir boca, y situado a la derecha del título, debemos enfrentarnos, de nuevo, a los agobiantes pasadizos de un laberinto, sustituyendo aquí al ratón y al queso de la vez anterior por un niño que trata de llegar hasta un delicioso tarro de miel. Inmediatamente después, más a la derecha, dediquémonos a unir puntos para completar el dibujo que se esconde en la imagen. En la página anterior tuvimos que descubrir a quién perseguía la serpiente y, aquí y ahora, rompámonos el coco para revelar qué busca tan desesperadamente ese borracho.

Si continuamos el orden, nos topamos de nuevo con el juego de ir coloreando los espacios marcados con puntos. Si la vez pasada era un policía que corría espantado perseguido ferozmente por alguien, aquí es un señor cargado con un saco de harina el que nos invita a descubrir qué se esconde tras ese alocado enredo de líneas que se entrecruzan en todas las direcciones. Y es hora de recrearse en un nuevo juego, no visto en la entrega anterior. De entre todos los rostros plasmados, sólo hay un par de ellos que son exactamente iguales. Bueno, en realidad, todos tienen el mismo careto. Lo único que les diferencia es que a cada uno le gusta arreglarse el bigote de una forma diferente.

Tras localizar a los gemelos, de nuevo el reto del crucigrama y, a continuación, formemos el nombre de una actriz italiana poniendo un poco de orden en las letras de la imagen. No, Lola Galindo no vale. Se busca nombre italiano, no español. Y como cierre, cogiendo las iniciales de los dibujos siguientes formaremos el nombre de un conocido río europeo.

Espero que hayáis disfrutado de esta nueva entrega de pasatiempos. La semana próxima más, así que permaneced atentos a vuestras pantallas. 



domingo, 4 de junio de 2017

PASATIEMPOS, por Francisco Ibáñez (II)



Para esta séptima entrega dedicada a los pasatiempos me he reservado una nueva página dibujada por el gran Ibáñez. Publicada, con toda probabilidad, en la revista “La Risa”, allá por los años 50, el papá de Rompetechos, entre otros cientos, desarrolló una entretenida página que no sólo persigue poner a prueba nuestros reflejos neuronales, sino que también hará las delicias de los que busquen encontrarse con algunas pinceladas de humor.

En primer lugar, debemos ayudar a un inocente ratoncillo a llegar hasta su alimento, una deliciosa bola de queso que ha sido depositada al otro extremo del laberinto con el único fin de hacerle un poco la puñeta al animalito. El siguiente desafío lo hallamos en el ya tradicional juego de ir uniendo puntitos, por orden numérico, hasta conseguir completar ese dibujo que figura escondido tras ese enjambre de números.

Continuamos con otro pasatiempo de esos que gustan, al menos a mí: el de colorear los espacios marcados para poder descubrir quién corre tras el policía. Pasamos de la clase de pintura a las letras puras, donde debemos ordenar las iniciales de los siguientes dibujos hasta completar el nombre de una fruta. Y ya que estamos con las letras, sigamos con ellas rellenando el siguiente crucigrama y, a continuación, construyendo el nombre de una famosa actriz de cine organizando las letras de la imagen.

Y ya para terminar, consigamos desenredar los hilos de las cañas de esos tres pescadores para poder descubrir quién ha sido el afortunado que podrá llevarse a casa ese suculento manjar. Y si aún nos quedan fuerzas, Ibáñez nos alecciona sobre cómo dibujar un simpático pingüino en tres sencillos pasos. Si habéis conseguido completar cada uno de estos pasatiempos con éxito, aparte de colgaros del cuello la medalla de la victoria, conviene coger fuerzas porque dentro de 7 días vendrán nuevos desafíos que esperan con impaciencia ser resueltos.