domingo, 29 de enero de 2017

LOS MUCHAMARCHA´S: AL “CALOR” DEL HOGAR (II), por Segura (XXXI)



Segunda página de esta historia compuesta de cuatro titulada Al “calor” del hogar y que viene como anillo al dedo dadas las bajas temperaturas que nos vienen amenazando desde hace días.

El gruñón de Bromúrez propone una solución que les ayudará a ahorrar en calefacción, aunque, en realidad, la idea no sea del todo suya. Resulta que su jefe tiene un gran pino seco plantado en su finca y decide ofrecérselo a su empleado como leña para pasar el invierno a cambio de que éste le quite el muerto de encima. Bromúrez acepta la propuesta y envía a su cuñado Keke y a Teo para que se encarguen de talarlo y de transportarlo en la camioneta hasta su hogar.

Ambos se presentan en el lugar en cuestión (finca “Los Palitroques”) y, justo al inicio de su tarea, viendo el arduo trabajo que aún les quedaba por delante, Keke barre visualmente la zona y descubre una gran cantidad de leña esparcida por todo el lugar. Como cabe esperar, la faena de recoger todo aquello resultará mucho más aliviada que serrar ese enorme tronco que tienen delante de sus narices, así que, por mutuo acuerdo, tío y sobrino inician sus labores de recolección sin sospechar lo más mínimo que una gran sorpresa (o mejor dicho, una gran catástrofe) les aguardaba al final de su aventura.

Continuará…



domingo, 22 de enero de 2017

LOS MUCHAMARCHA´S: AL “CALOR” DEL HOGAR (I), por Segura (XXX)



No voy a poner en entredicho algo de lo que todo el mundo es consciente. Al sentarme a redactar estas líneas acabo de comprobar, en mis propias carnes, que el tiempo no se detiene y que pasa demasiado deprisa. Comento esto porque parece que fue hace tan sólo unas pocas semanas cuando publiqué en este blog la última entrada dedicada a Los Muchamarcha´s y, ante mi asombro, veo que ya ha transcurrido algo más de año y medio. ¡Increíble!

La nueva historia de cuatro páginas que muestro de estos entrañables personajes creados por Roberto Segura fue publicada, como las anteriores, en la revista “Guai!”, concretamente, en su número 50. Titulada Al “calor” del hogar, aquí vemos al buenazo de Keke, de nuevo, cumpliendo órdenes (casi) sin rechistar. La misión que hoy le mantiene ocupado no es otra que salir a comprar una bombona de butano. A su vuelta, su hermana la pide que se la instale en los fogones de la cocina, mandato que cumple a las cien maravillas. Dentro de aquel cochambroso y estrecho armario todo estaba muy oscuro y apenas se veía para poder encajar correctamente la famosa bombona, así que se le ocurre la brillante ocurrencia de iluminar el lugar con la ayuda de unas cerillas. Bromúrez, que hasta ahora se había dignado a guardar silencio, irrumpe en la escena con ese carácter violento que tanto le caracteriza.

Para conocer más detalles y saber cómo acaba esta historia, recomiendo leer la página expuesta a continuación y esperar a descubrir las tres siguientes para que seamos partícipes del berenjenal que puede llegar a montarse por el despiste de unos y la comodidad de otros. Recomiendo que permanezcáis atentos…

P.D.: El título de esta entrada no viene con doble sentido. Las tres equis (XXX) no advierten de un contenido de alto voltaje sólo para adultos, sino de que esta es la entrada número 30 protagonizada por esa pandilla que se hace llamar Los Muchamarcha´s. Lamento esta decepcionante aclaración.



domingo, 15 de enero de 2017

CHISTES VARIOS, por Belindo



Si revisáis el enorme listado que aparece a la derecha de vuestras pantallas, donde se pueden leer los nombres de las distintas secciones de este blog y de los autores de los que he mostrado algunas páginas originales, enseguida os daréis cuenta de que la presente es la primera página que muestro dibujada por Belindo. Pero no es así, porque de este mismo autor ya pudimos disfrutar de otra página de corte realista titulada Reportajes de todo el mundo y que llevó la firma de Aurelio Beviá, que es su verdadero nombre.

Considerado como un dibujante todo terreno (no hubo género ni estilo que se le resistiera), empleó el seudónimo de Belindo para sus trabajos de humor. Algunas de sus primeras historietas humorísticas las hallamos a mitad de la década de los cuarenta entre las páginas de las revistas “Nicolás” y “La Risa”. Es en esta última donde se publicaron los divertidos chistes que muestro a continuación, en donde vemos, en cada una de sus cuatro viñetas, la autoría de Beviá bajo el disfraz de Belindo. 



domingo, 8 de enero de 2017

KOKOLO, por Francisco Ibáñez (II)



Quinto original protagonizado por Kokolo que muestro en este blog y el segundo que es obra de Ibáñez (recordemos que los tres primeros fueron dibujados por Pueyo (1 página) y Pont (2 páginas)). Este simpático hombrecillo, de buen carácter y mejores intenciones, fue creado en 1955 por las mismas manos que, dos años después, idearon a Mortadelo y Filemón, y ha sido la primera y única vez que Ibáñez ponga a un personaje negro al frente de sus hazañas inmortalizadas en viñetas.

La presente página original pasaría a la historia como otra más de las muchas que su autor dibujó de Kokolo si no fuera por el siguiente dato: fue la PRIMERA historieta publicada del personaje. Apareció en el número 85 de la revista “La Risa”, acompañada de varios chistes y tiras cómicas que nada tenían que ver con este episodio y que también fueron obra de Ibáñez. Esta primitiva aventura, que supuso el origen del personaje (historieta de pequeño formato ya que sólo estaba compuesta por 7 viñetas), fue amputada (recortada) de su plancha original y pegada sobre otra página junto a historietas y chistes de otros dibujantes, tal vez, para alguna reedición publicada a posteriori de aquel número 85. 


 Plancha original publicada en el número 85 de "La Risa".


Lamentablemente, para mi colección sólo he podido rescatar la presente historieta de Kokolo y la tira aparecida bajo ésta titulada Esquimales. Del paradero de los demás dibujos no he podido averiguar nada; tal vez gocen de la calidez aportada por las manos de otros coleccionistas o, en el peor de los casos, que no hayan sobrevivido al paso de los años, pudiendo haberse perdido para siempre. Yo sigo centrado en mi infatigable afán de búsqueda sin descanso. Tal vez, en este mundo nada se sabe, algún día me tope de narices con alguna otra pieza perteneciente a la estructura original de esta página y pueda ir completándola para formarla tal y como un día salió de las manos de su creador.


 Página original de Kokolo.

sábado, 7 de enero de 2017

LOS SERIALES DE IBÁÑEZ: EL CABALLERO BUSCABOLLOS



Echando un vistazo al pasado más lejano siempre dentro del prolongado universo forjado por Ibáñez, detengamos nuestra máquina del tiempo en 1957, el mismo año que el maestro inició su larga colaboración con Bruguera y fecha en la que nacieron Mortadelo y Filemón, aunque sus aventuras se publicaron a primeros del año siguiente.

Poco antes de que vinieran al mundo estos dos archifamosos agentes de la T.I.A. (aunque, en sus inicios, trabajaron en una agencia de información), Ibáñez dio vida a un peculiar caballero andante que viajaba de un lado para otro a lomos de su dócil caballo y al que hemos conocido con el nombre de El Caballero Buscabollos. Este personaje nos recuerda bastante a Don Furcio Buscabollos, otro simpático caballero también ataviado con armadura que fue creado por Cifré diez años antes, concretamente, en 1947.


 Cabecera de la serie.


 El Caballero Buscabollos.


Este maltrecho individuo (centrándonos en el personaje de Ibáñez), al que nada le salía bien, apareció entre las páginas de la revista “Paseo Infantil” en 1957. Además, una de las hazañas de este personaje sorteó toda clase de obstáculos y se plantó como contraportada de “El Barbas”, publicación que gozó de un único número y de la que se desconoce su año exacto de aparición, aunque, según apuntan distintos medios, pudo ver la luz también en 1957.


 "Paseo Infantil" número 42.


 "El Barbas" número 1.

(Imágenes: Tebeosytebeos).

domingo, 1 de enero de 2017

DIBUJO PARA SU BIOGRAFÍA EN TVE, por Gila



Hablar de Miguel Gila es recordar a un auténtico maestro del humor. Tal vez, a las nuevas generaciones no les resulte tan familiar este nombre, pero el resto de los mortales lo llevamos grabado en nuestra mente de un modo imborrable. Probó mil y un oficios (pintor de coches, empaquetador de café y chocolate, dibujante, humorista, escritor, actor y guionista de cine…), pero, sin lugar a dudas, su faceta más recordada es la de aquel monologuista (un auténtico pionero en esta profesión) que contaba sus anécdotas pegado a un antiguo teléfono. Por su labor como dibujante es por lo que he incluido a Gila en esta sección. Cierto día, uno de sus originales se coló de forma fortuita en mi colección personal, y hoy, recién estrenado este 2017, lo rescato como homenaje a este gran genio que nos dejó hace ya algunos años pero que sigue tan presente como el primer día.


 (Imagen: Búscame en el ciclo de la vida).

 
Gila (Miguel Gila Cuesta) nació en Chamberí (Madrid), el 12 de marzo de 1919. Debido a la delicada situación por la que atravesaba su familia (su padre murió siendo él aún un niño y sufrieron escasez económica), Gila se vio obligado a dejar los estudios a la temprana edad de 13 años para ponerse a trabajar. Tras pasar por la cárcel y alistarse al ejército de forma voluntaria (durante la Guerra Civil fue hecho prisionero en varias ocasiones), empezó a ejercer como dibujante en la revista “La Exedra”, publicación editada por unos cuantos universitarios allá por 1943. Desde 1957, colaboró en distintas revistas humorísticas, tales como: “Don José” (publicada por Diario España), “Selecciones de Humor de El DDT” (Bruguera, 1958), “Hermano Lobo” (Ediciones Pleyades, 1974) o “Muy Señor Mío” (Riego Ediciones, 1979). También colaboró en “La Codorniz”, longeva revista de reconocido prestigio considerada hoy como la madre (en lo que a inspiración se refiere) de muchas publicaciones posteriores.






 Pequeña muestra de algunos de los muchos chistes gráficos que Gila dibujó a lo largo de su carrera y con los que consiguió despertar más de una carcajada. (Imágenes: Miguelgila.com).


En 1951 narró sus vivencias en la guerra en el teatro de Fontalba de Madrid. A su público se le acabó llenando los ojos de lágrimas, pero no de tristeza, sino provocadas por la risa. Gila contaba sus experiencias con tal gracia que unos hechos tan tristes y dramáticos como aquellos se tornaron en divertidos momentos cargados del mejor humor.


 (Imagen: RTVE.es).


Miguel Gila también probó suerte en el mundo del séptimo arte. Le salió bien la experiencia, pues llegó a actuar en más de una docena de películas e, incluso, escribir varios guiones.



 (Imágenes: Miguelgila.com).


En 1968 se marchó a Buenos Aires, donde creó una compañía de teatro y una revista de humor: “La Gallina”, clara sucesora de “La Codorniz”, al menos, en cuanto al título de su cabecera. Mientras tanto, su presencia en los escenarios era cada vez mayor, completando aforos allá por dónde pasaba. También apareció en distintos programas de radio y televisión, alcanzado un reconocimiento sin precedentes. Su humor directo y surrealista, sin saberlo, llegó a crear escuela. Tras realizar varias visitas a nuestro país durante sus giras, en 1985 regresó a España de forma definitiva.  

Continuó haciéndonos reír hasta poco antes de su muerte. Gila falleció en Barcelona el 13 de julio de 2001 a consecuencia de un agravamiento de una enfermedad pulmonar que padecía. Este legendario humorista siempre será recordado por ser aquel hombre que nació solo y que únicamente necesitaba un teléfono para hacernos rodar de risa por los suelos. Y el de la guerra, que él vivió en primera persona, se convirtió en uno de sus números más aclamados. No necesitaba armas, sólo una inagotable imaginación y un antiguo teléfono que utilizaba constantemente para comunicarse con el bando contrario. Mítica aquella frase que el maestro utilizaba nada más descolgar el auricular: “¿Está el enemigo? ¡Que se ponga!”.

En el original que muestro a continuación podemos disfrutar con aquellos personajes cabezones y de grandes narices que fueron tan característicos de su autor. La presente ilustración está dibujada, en su integridad, a carboncillo, y fue realizada el 24 de febrero de 1962 para ser incluida en una biografía que preparó TVE, posiblemente, para algún programa especial. Algunos años después (el 19 de noviembre de 1985), durante una cena organizada por la COPE en Madrid, plasmaría su rúbrica sobre dicho dibujo.