sábado, 2 de enero de 2016

DE TIEMPOS REMOTOS: DYNAMITE HEADDY



Tercera entrada dedicada a desempolvar aquellos antediluvianos trabajos realizados por un servidor en una época muy, pero que muy productiva, que me sirvió de escuela para forjarme en el dibujante que hoy soy. Cientos y cientos de personajes, de distinta naturaleza y religión, fueron llenando mis páginas a un ritmo de vértigo a lo largo de unos años en los que las ideas y el tiempo para llevarlas a cabo caminaban juntos de la mano.

Hoy redescubro una serie que incluso yo había dado por perdida. Dynamite Headdy no fue un personaje mío, sino que lo cogí prestado de un videojuego bautizado con el mismo nombre. Puesto a la venta por la todopoderosa Sega en 1994, quedé tan fascinado por el mundo que en él se plasmaba que decidí realizar mi propia versión y trasladarlo al papel en esta historieta que, debido a la sobrecarga de trabajo que soportaba en aquella época, quedó inconclusa triste e irremediablemente.

Headdy es un individuo que se defiende de sus enemigos lanzándoles su propia cabeza, la cual, flota sobre sus hombros como por arte de magia sin ningún nexo de unión a su cuerpo. El malvado Dark Demon (siempre tiene que haber alguien que meta el dedo en la llaga) tratará de hacerle la vida imposible, capitaneando a su temido ejército de marionetas para lograr acabar con la vida de Headdy, su principal objetivo. Al final de la historia, como es lógico, el protagonista logra derrotarles y proclamarse vencedor.

Esta historieta fue realizada en 1996, a la temprana edad de 15 años. Al quedar inacabada, desconozco de cuántas páginas hubiese estado compuesta, pero, viendo los formatos que utilizaba en aquella época, bien pudo constar de 44 o 56 páginas. La historia que en ella se relataba era bien sencilla: Muldk inventa una máquina del tiempo para trasladarse a cualquier lugar o época, pero, debido a un fallo de última hora, todo sale mal y sus planes se vuelven a la inversa. Es decir, el cacharro en cuestión actúa como un túnel del tiempo para trasladar desde cualquier espacio y tiempo hasta su mundo. Uno de estos improvisados viajeros es el propio Headdy, quien se luce ante la atónita mirada de estos dos mostrando algunas de sus cualidades y métodos de lucha. Pero Headdy no viaja solo. Su acompañante no es otro que su peor archienemigo Dark Demon, quien emplea a sus temidos y diabólicos muñecos para aniquilar a nuestro héroe.

Todo esto quedó narrado en 6 páginas y media, pues la número 7 jamás se terminó, dando por zanjada la historia. Una pena; volviéndola a leer ahora, en nuestros días, después de mucho tiempo, me he dado cuenta de que hubiese resultado un gran álbum digno de haber sido completado.  



















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