sábado, 27 de junio de 2015

LA CRISIS ES PARA TODOS



La ilustración que muestro al pie de este texto ha sido acabada hace sólo unos pocos días, y nace a raíz del éxito de otra que dibujé hace algún tiempo sumado a unas ansias incontrolables por dibujar este majestuoso templo emplazado en el centro de mi ciudad. Me explico. Por mi cabeza llevaba tiempo rondando la idea de sentarme a dibujar la Santa Iglesia Catedral de Santa María, más conocida como la catedral de Murcia, construcción por la que siempre me he sentido muy atraído. El desarrollo de otras ideas y la realización de diversos encargos provocaron que esta bonita iniciativa se quedara siempre aplazada para un después indefinido. Me documentaba, entrelazaba ideas y siempre surgía otro proyecto al que otorgaba más prioridad. Y claro, la pobre catedral, que no tiene culpa ninguna de mis saturados quehaceres, volvía a quedar en un segundo o tercer plano. El principal motivo de estos continuos aplazamientos residía en mi propósito de realizar una reproducción lo más fiel posible al original, metiendo el máximo de detalles posible por cada centímetro cuadrado, lo cual, implicaría dedicar muchas más horas que a cualquier otra idea con menos detallismo de fondo.

El éxito inesperado de otro de mis chistes fue el detonante que me hizo aparcar todo durante un tiempo y centrarme de lleno en realizar la ilustración que muestro más abajo. Cierto día, alguien entró en mi blog y quedó atrapado (o atrapada) por una viñeta que adapté de una idea ajena y que publiqué en octubre de 2014 bajo el título: Consecuencias de vivir al sur en verano (o un chiste sobre un murciano) http://elblogdejuanantonioros.blogspot.com.es/2014/10/consecuencias-de-vivir-al-sur-en-verano.html

Dicho chiste fue expuesto en una archiconocida red social, lugar donde fue acogido con los brazos abiertos, acumulando un buen número de comentarios y de positivas indicaciones que ponían de manifiesto que gustaba mi trabajo. La noticia llegó a mis oídos cuando el éxito ya estaba cosechado, siendo para mí una grata e inesperada sorpresa.

Con este nuevo dibujo no espero repetir el triunfo del anterior, pero sí he podido sacarme, al fin, esa espinita que he llevado clavada durante tanto tiempo, obteniendo como resultado una ilustración de la que me siento bastante orgulloso (pocas veces me ocurre). Unas leves pinceladas de color por ordenador se encargan de hacer el resto. 

P.D.: Con la catedral de mi ciudad como auténtica protagonista, me complace anunciar la celebración de la entrada número 400 de este blog, publicada a los cuatro años y dos meses de su puesta en marcha.



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