Nueva tira cómica protagonizada
por la pareja de señores más irreverente del panorama nacional. Tras no dejar
títere con cabeza en su anterior aventura (la de las caquitas), ahora vuelven a
la carga mostrando una situación por la que, estoy seguro, todos hemos pasado
alguna vez en nuestra vida. ¿Quién no se ha despertado un lunes al dulce son
del despertador pensando que es domingo? Luego, cuando recapacitas que por qué
suena aquel maldito cacharro un domingo, te das cuenta de que estás,
irremediablemente, en lunes, el peor día de la semana.
Sólo como apunte como padre de la
criatura que soy, diré que quedé bastante satisfecho con el resultado final de
esta tira. Su desarrollo me gustó bastante y tanto la perspectiva empleada como
el acabado final del dibujo me parecen bastante correctos. No siempre se puede
seguir esta línea, desgraciadamente.
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