Segundo de mis dibujos que expongo en el blog. Siguiendo en la misma línea que el anterior, éste también está protagonizado por un personaje de F. Ibáñez (espero que no atenten contra mí por ello; ya se sabe, por los derechos de autor y esas cosas).
En esta ocasión, lejos de cortar y pegar al enano cabezón (con perdón), decidí dibujarlo yo mismo. En un principio, la idea era que Rompetechos fuese dialogando con el guardia de seguridad del zoo; pero, por problemas de espacio, decidí suprimirlo y dejar que el pobre cegato hablara solo (total, no creo que le importara).
Su gran defecto (grave falta de vista), fue el que me dio pie para crear el chiste del dibujo. El pobre de Rompetechos confunde a Papá Noel con el oso fugado de su jaula. Lo atrapa, lo encierra y, encima, se queda tan ancho, permitiéndose el lujo de pedir un ascenso sin reparar en los tiempos de crisis que vivimos.
Con este dibujo, quise rendir mi particular homenaje al gran F. Ibáñez, mi mentor. Una obra con detalles más cuidados que la anterior, probablemente, porque con esta dispuse de más tiempo para realizarla.
Desde aquí quiero mandar mi más sincero agradecimiento al maestro Ibáñez, el cual, me gratificó con un maravilloso regalo hace tan sólo unos días. Sólo unos pocos sabemos qué es, y sólo él podría haber hecho una cosa así. ¡Qué grande eres, maestro!
¿Para cuándo otra nueva entrada? Estoy deseando ver el próximo dibujo con sus respectivos comentarios...
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